LA CHICHA EN SUS 30 AÑOS DE VIGENCIA EN LIMA SIGUE SONANDO CON FUERZA.
LA LLEGA DE LOS PRIMEROS GRUPOS CHICHEROS UNA DESCRIPCION DEL SOCIOLOGO OSWALDO GUERRERO CORDOVA PARA CHICHAWEB.COM
Hoy quiero pensar en voz alta con ustedes hermanos del canto popular, hoy quiero recordar y hablar de lo que sabemos y nos quisieron callar, hoy quisiera decir que en la década del 60, cuando se llega a romper el control en los medios de comunicación, para dar pase a los mensajes de lucha del Son Cubano y la Cumbia habanera contestataria, se abre el camino para la salsa caribeña y la cumbia colombiana que tienen un mensaje de expresión de vida de sus respectivos sitios de origen. Son las épocas del triunfo de la revolución cubana con Fidel Castro y Ernesto Ché Guevara al derrocar a un dictador carnicero enquistado en el poder como Fulgencio Batista; en el Perú, terminaba el gobierno de los bancarios liderados por Manuel Prado, dueño del Banco Popular y Pedro Beltrán, vocero con el diario La Prensa y la Ultima Hora de los terratenientes que eran dueños de todo el Perú. Fuimos gobernados por décadas y décadas por los Gildemeister, los Grieve, Berkemeyer y otros. La Cumbia Colombiana llegada al Perú, en los años 60 fueron testigos del golpe de estado dado por Ricardo Pérez Godoy al ganar las elecciones presidenciales Haya de la Torre, cuyo partido apoyaba al frente único de trabajadores manuales e intelectuales; a este militar igualmente le dio otro golpe de estado su mismo compañero de aventura golpista, Nicolás Lindley, apoyado por su tercer socio de dos caras Luna Briceño, en el fondo todos para defender el latifundismo que mantenía peor que esclavos a millones de peruanos pastores y trabajadores sin salario, pagándoles solo un pedacito de tierra hereacia como huacchillas donde sembraban su comida anual y criaban cuyes y gallinas, las que se la quitaban en cuanto lo hacían productivas para darles otro pedacito de tierra que no les servía. Celina y Reutilio, La Sonora Matancera con Celia Cruz y otros muchos cantantes fueron impuestos por la publicidad de entonces, pero los colombianos Hugo Blanco (músico colombiano) Y su Arpa Viajera, Los Habaneros del Tamagual y otros sonaron bastante con la cumbia contestataria y dicharachera caló en el continente en los años sesenta, uno de los temas mas sonados fue "El Pescador Solitario en Aguas de Magdalena", en el Perú Carlos Piklin sonaba con "Tina Tina", "Yolanda" y otros temas; de igual forma, pero desde las provincias llegaban las canciones de Flor Pucarina, Picaflor de los Andes, Pastorita Huarasina, el Jilguero del Huascaran, Juan Bolívar entre muchos otros y estos logros fueron coronados con el triunfo rotundo del valces y marineras huayneadas del Cholo Berrocal, que hicieron furor en aquel recordado "Coliseo Nacional". Fueron las épocas de Hugo Blanco, Lobaton en las insurgencias de Mesa Pelada liderando los movimientos a campesinos que no soportaban la humillación de ser parias pordioseros en sus mismas tierras, las épocas de vergüenza internacional por ante el robo descarado, todos estaban de acuerdo en recuperar nuestro petróleo regalados a la Petroleom Cómpany, y todo se agravó cuando a Belaunde se le perdió la pagina 11 y Odría y el APRA unidos, dice que para salvar al Perú, el PPC de Bedoya y Lourdes, Acción Popular, partidos de la derecha tradicional, se avergonzaban de cantar huaynos, salvo en elecciones como ahora. Todo cambió a fines de la década del 60, en Octubre de 1968, cuando algunos militares progresistas viendo acercarse la llegada de un baño de sangre, ante el eminente levantamiento de las comunidades campesinas se vieron obligados a realizar una verdadera nacionalización del petróleo y de otras riquezas que con el tiempo se agotan, la presión desbordada de millones de peruanos esclavizados por terratenientes hizo que nuestro ejercito entendiera que era necesario dejar que los campesinos hicieran sus propias leyes en el mismo congreso de la república y allí llegamos con nuestros ponchos y con nuestros huaynos, para realizar los verdaderos cambios educativos, productivos y sociales que hasta ahora no fueron superados.
Los Yungas, el grupo Victoria, San Lázaro ya interpretaban los huaynos con instrumentos modernos, las nuevas creaciones y mixturas se pusieron a la orden del día en todas las provincias del interior del país, había tanta fuerza moral que por primera vez llegamos al mundial de fútbol gracias a la promoción de la educación y el deporte desde los colegios, fuimos campeones mundiales por muchos años de boley con Akira kato, fuimos la primera potencia naval y aérea de Latinoamérica, y se reafirmaron los triunfos contundentes de Picaflor, Pastorita, los Puquiales, Jaime Guardia, Raúl García Zárate, Wara Wara, Ima Sumac, el Dúo Mixto Huancayo, Flor de la Oroya y tantos que iniciaban ser publicitados por las bandas de músicos de las provincias, y algunas orquestas tropicales como Los Silverston de Ayacucho, Manzanita, ellos nos enriquecían musicalmente, tocando música andina haciendo una linda mixtura al ser interpretados con instrumentos modernos , sin perder la esencia de los huaynos, manteniendo la estructura musical del ande latinoamericano, todos esos cantores y autores, esos grupos hacían furor; hasta que Morales Bermúdez traicionó los avances populares y su traición descarada duró hasta que el pueblo lo tubo que botar con las famosas huelgas gloriosas del Sutep y las Centrales de Trabajadores y Campesinos y los Movimientos estudiantiles de entonces, y para nuestro mal la derecha cavernaria se hizo a la víctima, apoyado por el traidor Morales Bermúdez ganó Acción Popular que siguió desmontando los avances populares.
En la década de los 80 después de recobrar los medios de comunicación se paralizaron los apoyos a la cultura peruana, entonces desde el campo a la ciudad nuestros cantores y autores instintivamente inspirados por su lucha de recuperar los espacios perdidos y deseando mostrar lo mas bello de los primeros signos de la globalización, decidieron
enrumbar a la capital peruana para mostrar la capacidad integradora de nuestros cantos con ritmos americanos y su capacidad incluyente para hacer suya el dominio de instrumentos modernos sin dejar para nada su escencia ancestral.
Esta mixtura enriquecida por los cambios profundos de la sociedad en la década del 70, enrumba viaje a la capital en los años 80 para retomar el liderazgo cultural con la expresión musical que servía para avanzar, con letras que eran arengas contestatarias, reinvincacionistas y su arraigo profundo a las costumbres enraizadas en nuestro pasado Tahuantinsuyano. Mostrando su gran capacidad de convocatoria, demostrando su carácter colectivo y comunitario, colectivo porque recuperaba nuestra escencia cultural opuesta al individualismo de la cultura occidental que es egoísta, oportunista y arribista, y comunitario porque igual que nuestras mincas y aymis no existen caudillistas, ya que en medio del furor de nuestros encuentros todos cantan, todos bailan, desde los músicos, el locutor, el cantante, la seguridad, los cantineros y por supuesto el público asistente. Enarbolando la bandera del Tahuantinsuyo con sus indumentarias que tenían los colores del arco iris, nuestras agrupaciones tropical andinas ingresaron a la capital de la república peruana afirmando los avances de los nuevos asentamientos humanos antes barriadas, luego pueblos jóvenes marginales y en los 80, reforzando la fé de los migrantes del ande, para triunfar cantando lo nuestro en una sociedad cuyos medios de comunicación los canallizaba diariamente con epítetos peyorativos y primeras planas denigrantes. Desde aquel lejano 14 de Febrero de 1981, fecha del inicio de la llegada de nuestras agrupaciones Tropical Andinas, aquí continuamos cantando, y quien nos recibió con los brazos abiertos fueron los integrantes de la Familia Irey Inamine, Radio Inca fue nuestro valuarte en aquel entonces, ellos se la jugaron todo por el todo a favor de nuestro canto, y con una visión futurista maravillosa, luego truncada, hicieron viable muchísimas transmisoras a lo largo y ancho de nuestra patria para difundir lo nuestro. Nombrar a todos sería una tarea imposible porque todos desde el lugar donde estábamos nos la jugábamos por el canto tropical andino, con visión latinoamericana, integradora y de reivindicación cultural, muchos hombres y mujeres participaron con cariño desde entonces; transcurrieron 25 años que también están llenos de diatribas, odios gratuitos, embates frontales de la cultura occidental que se resiste a creer que seguimos avanzando para recuperar el liderazgo de nuestra raza. Repito, desde nuestra llegada nos canallizaron con epítetos peyorativos en periódicos y radioemisoras con el afán de destruirnos.
Pero como toda labor de avance popular también tiene una reacción de igual intensidad pero en sentido contrario, pues los medios de la derecha desde fines del 80 y en los 90 se dedicaron a envilecer el individualismo de alguna agrupaciones, creándoles la idea de ser unos mejores que otros, los que se la creyeron llegaron a su fin y desaparecieron. La dictadura derechista de los 90 se dedicó a querer darnos el puntillazo final invirtiendo millonarias cantidades, fruto de sus robos a las privatizaciones que regalaron a precios huevo la riqueza de todos los peruanos, con el viejo cuento de que las inversiones extranjeras nos darían mas trabajo. Crearon los que denominaron la Tecnocumbia, endiosaron a los que llamaron Cumbia a nuestra linda chicha, a nuestro canto popular, al ritmo tropical andino; maniobraron para comprar Radio Inca, Montesinos temblaba con la idea de que la costumbre democrática de saber encumbrar nuestros mejores temas pudiera dañar su rereeleción y aparecieron los que decían como antes de que el canto tropical andino era de cholos, temas de serranos asquerosos que se juntan con huayneras polleronas; y…
En este nuevo milenio nos encuentran reeditando nuestros viejos sueños, sueños que se avivan como llamas de cenizas jamás apagadas, somos ahora artífices de aquellos lejanos sueños aplastados a medias, por una mil diatribas para enfrentarnos y destruirnos, ahora estamos reencontrándonos igualmente con una y mil experiencias, mas curtidos que antes, pero manteniendo ese carácter colectivo y comunitario que nos sigue dando fuerzas a través de siglos, tenemos mas edad que antes pero seremos modernos yachaywasis para generar nuevos cantautores y esa será la riqueza que dejaremos con mucho orgullo, trabajando con bastante coraje y avanzando como siempre sin miedo ni vergüenza de ser cholos , indios o negros, pero bien peruanos.
Cuando ha llegado la decadencia de gobiernos desacreditados por una democracia representativa que creen que cada cierto tiempo se les da patente de corzo para hacer lo que les viene en gana con los recursos de todos los peruanos, aquí estamos los pueblos cantando lo que siempre a sido nuestro y practicando la democracia participativa y transparente que caracterizó a nuestro pueblo desde tiempos inmemoriales, aquí estamos demostrando de que todavía somos del pueblo cantando con el pueblo y para el pueblo con amor, con toda la alegría que esto merece porque sus notas son unas caricias para esta nueva crema de geniales hombres, que dejaron yá en la historia una cruz marcada como decía papa Chacalón
Oswaldo Guerreros Córdova
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